Una sencilla tarta que se puede hacer para una fiesta o para el desayuno.
Se estira una plancha de masa de hojaldre algo descongelada. Se recorta por los bordes de cualquier tipo de base de molde (en este caso del molde de corazón) una forma deseada y se pincha con el tenedor. Se introduce en el horno caliente (220ºC) para 15-20 minutos, tiene que dorarse un poco, lo que puede variar el tiempo que la masa permanezca en el horno.
Se enfrían las planchas retiradas del horno y se rellenan con una crema. En nuestro caso era mezcla de 500 g de crema pastelera y 200 ml de nata montanada con una cucharada de azucar. Para hacer la crema pastelera se mezclan 4 yemas con 500 ml de leche, la mezcla se pasa por el colador a un cazo que se pueda calentar en el fuego. En este cazo habíamos puesto previamente 100 g de azucar, 40 g de almidón de maíz (maizena), una pizca de sal. Se remueva todo el contenido del cazo y se pone el cazo al fuego para calentar, a fuego fuerte, pero sin llegar al máximo, y seguimos removiendo la mezcla hasta que empiece a espesar y burbujerar. Una vez conseguimos la consistencia de la crema pastelera, retiramos del fuego el cazo. Colamos la crema al otro recipiente y la enfriamos. Una vez fría, se mezcla con la nata montada.
La mitad de esta mezcla se reparte entre las planchas, y la otra mitad es para el adorno. Para obtener el color de chocolate añadimos una cuchara de cacao en polvo a la mitad de la crema. Aplicamos esta crema a los bordes con una manga pastelera. A la plancha de arriba no le aplicamos la crema sino esparcimos el cacao en polvo por encima. Colocamos los corazones de holadre que habíamos hecho previamente. Y a disfrutar.
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