18 de febrero de 2013

FEBRERO EN EL HUERTO

Ya hemos llegado al mes de febrero y se nota que hay más horas de luz, anochece más tarde.
Este mes sembraremos: GUISANTES, PATATAS germinar, REPOLLO, ZANAHORIAS, TOMATES  semillero.
Es un buen momento para poner unos cuantos cogollos más en el semillero, como se ve en la foto.
En la hilada de la foto, donde se ven los primeros cogollos, hice un aclareo dejando espacio entre ellos. Algunos crecieron con un tallo fino y alargado, este error es cometido por que la fuente de luz  se encontraba a mucha distancia. Mi consejo es poner el semillero al lado de una ventana o debajo de un velux; siempre dentro de casa hasta que pasen los fríos. Esta recomendación nos sirve para las demás plántulas, por lo que tenemos cuidado de no cometer el mismo error. Se puede ver en el calendario lunar que hoy, día 16 de febrero, la Luna está en fase creciente en tauro. Ver el enlace: calendario lunar.



En cuanto a las berenjenas que planté hace más o menos un mes, siguen apareciendo, poco a poco. No dejo que la tierra se seque manteniendo cierta humedad. La tierra no debe quedarse apelmazada y dura; las semillas enterradas necesitan oxígeno para germinar. Por lo cual pinchamos la tierra con un palillo o similar, dejando la tierra suelta y así favorecemos la germinación. Esas dos primeras hojas de las plántulas que se ven en la foto, se les llaman hojas falsas. Estas cuando la planta crezca se secarán y caerán, es su proceso natural.


Como antes he dicho, conservamos las plántulas en un pequeño invernadero cerca de una fuente de luz. Este se puede encontrar en: www.amazon.es .Así conseguimos que la humedad del semillero se condense y aumente la humedad y temperatura, lo que favorece a las plantas. Hay que tener cuidado de ventilar cada cierto tiempo el invernadero o dejar una rendija abierta para que circule el aire. Con esto evitamos que aparezca el moho y hongos en la tierra, lo que perjudica a la plántula. Si nos fijamos en la entrada "proceso en el huerto" el objetivo es conseguir 13 berenjenas, pero es conveniente poner más por si alguna falla. Además con el paso del tiempo las semillas pierden su calidad y caducan.

  

Por la misma fecha hemos probado a plantar unos pimientos, de forma un poco diferente pero igual de válida. En el mes de marzo, cuando sale la plántula y esta no se desaga de la cascara de la semilla, espulverizamos la cascara. Esta pronto cae y deja libre a las primeras hojas para que siga el desarrollo de la planta. Nunca tirar de la cascara con los dedos, se puede romper la hoja.



                                                                 











Ya se puede empezar a preparar las patatas. En primer lugar, al estiércol que pasó el otoño en el huerto se le puede dar un poco de labor con el gario, y mezclar con la tierra y la ceniza incorporada en otoño, así dejamos reposar hasta la plantación. Los terrones de tierra compactos se desharán sin mucho esfuerzo por si solos, el frío hará nuestro trabajo. Servirá con dar un golpe de gario y levantar un poco la tierra. No nos preocupamos en absoluto si entre la tierra aparecen lombrices de tierra, esto significa que la tierra es fértil. Las hierbas arrancadas nos servirán como acolchado más adelante o se pueden incorporar al montón de compost.
Hay que decir que la patata es muy exigente, y agradece el compost bien maduro por lo que hay que dar tiempo al abono.
En la foto de la izquierda se ve como era el abono (estiércol de caballo) en otoño. En la foto de la derecha como queda después de la labor junto a cebollas, que empiezan a asomar y dos hiladas de ajos un poco más a la izquierda.














A continuación podemos poner a germinar las patatas, serán del año anterior y del tamaño de los huevos o algo más grandes. Para ello utilizo una huevera de las que dan cuando se compran huevos.
Colocamos las patatas en los huecos donde estarían los huevos y dejamos reposar en un lugar luminoso. Cada cierto tiempo espulverizamos un poco de agua sobre las patatas con un espulverizador para que tengan humedad con la precaución de que el agua no chorree sobre la patata. De lo contrario el agua se acumula en la base de la huevera, pudriendo la patata por su parte inferior.
Teniendo en cuenta esta precaución  y con el paso de los días, vemos que a la patata le aparecen ojos que son sencillamente estos brotes que vemos en la fotografía ya crecidos.
Si estos ojos o brotes son largos y finos, la patata es desechada porque dará una cosecha pobre o nula. Es mejor si la patata echa más de un brote o tiene varios ojos.
En este caso los brotes salieron antes, en un lugar fresco, húmedo y oscuro. Son las patatas pequeñas de la temporada anterior que me sorprendieron de esta manera.

 
Otro de los trabajos que se pueden realizar y no es aconsejable demorar, es la escarda de las espinacas silvestres plantadas en otoño las cuales se encuentran rodeadas de diferentes hierbas. Para ello utilizamos unas herramientas muy rudimentarias y simples pero efectivas. Aparecen en la fotografía y las uso para una escarda de precisión quitando las hierbas adheridas a la planta o cercanas, evitando a la vez levantar la espinaca. Es un buen momento ya que la tierra está humeda, y las hierbas malas se quitan fácilmente. Estas malas hierbas compiten por los nutrientes del suelo, y restan alimento a nuestras plantas por lo que hay que eliminarlas de raíz. Por el contrario, hay otras que aportan nitrógeno al terreno  y son beneficiosas, como el trébol.
He recogido algunas espinacas silvestres. Las hojas se cortan por el tallo en la base de la planta, y son las hojas exteriores las que se van recogiendo a medida que se necesitan, y así el espacio que se queda será ocupado por las siguientes hojas exteriores,
Estas plantas parece que aguantan bien el frío y la nieve. Seguirán creciendo y dándonos alimento hasta la llegada del calor.

                                                  

  Otro detalle, no es necesario poner un acolchado alrededor de las espinacas ya que nos encontramos en una zona húmeda. En las regiones secas sí debe de ponerse, ya que la función del acolchado es mantener la humedad. Una cosa más, dependiendo de la variedad, las espinacas plantadas en otoño son más productivas que las plantadas en primavera, ya que estas al llegar el calor se entallan quedando inservibles. Mientras las primeras tendrán más tiempo para crecer.

                                                                         

Una escarda y limpieza de las fresas no viene mal en esta época. Quitamos, como en el caso de las espinacas y con las mismas herramientas, las hierbas de alrededor, las hojas y flores muertas, y los gusanos o babosas que aparezcan. Así como los brotes nuevos. Las lombrices de tierra deben dejarse, ya que son nuestras aliadas al remover y fertilizar la tierra. Y esparcimos pellejo de ajo a su alrededor para evitar a las babosas y caracoles.
                                                      
Un trabajo más que se puede ir haciendo, es guardar estos alambres forrados de plastico que sirven de cierre de los paquetes de pan de molde. Los utilizaremos más adelante para atar las plantas a los tutores.









Aquí vemos nitidamente como asoman los brotes de ajos y cebolla, a mediados de mes.


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