2 de abril de 2013

ABRIL EN EL HUERTO

Comenzamos el nuevo mes con mucha lluvia, por lo que el trabajo se ha ralentizado. Es una cuestión de fuerza mayor, nunca llovía tanto. Hemos tenido suerte de estar en zona de montaña y por ello no sufrir las inundaciones de otras zonas, que dan por perdida la cosecha de este año. Cruzaremos los dedos pues, para que los aguaceros remitan.
En este mes podemos preparar semillas, bulbos o plantulas de: REMOLACHA, ZANAHORIA, COL ROJA, RÁBANOS, PATATA, LECHUGA, PEPINOS, PIMIENTOS  Y GARBANZOS.
Es el mes de las remolachas y las patatas,los pepinos y pepinillos; junto con los berros que crecen sobre el agua o donde hay mucha humedad. Es la última oportunidad para plantar tomates, berenjenas y pimientos ya que son trasplantados a mediados de mayo. Los rábanos, las zanahorias, los guisantes, espinacas y lechugas ya esperan unos rayos de sol para crecer en el terreno. Hoy, día dos, hemos plantado las remolachas, porqué según el calendario lunar es buen día: http://calendario-lunar.com/(luna menguante en Sagitario). Por eso elegí este día ideal. En cuanto a las patatas esperamos a que la tierra se seque un poco y pasen los fuertes fríos.
La conclusión es: mantener en buen estado las plántulas en el invernadero, estar pendiente del clima y las fases lunares; para tener éxito. Aunque esto último no lo sigue mucha gente.
Las semillas de remolacha han estado en agua un par de días, al principio se ve como estas se quedan en la superficie flotando. Pero al cabo de dos días vemos el resultado, algunas de ellas empiezan a echar brotes.


 En la foto de la derecha vemos la hilada de remolacha entre las lechugas. Antes de esparcir las semillas a lo largo de la hilada, esparcimos la ceniza y removemos un poco más, después tapamos con un poco de tierra. Las dos hortalizas se benefician del aporte de agua al regar, ya que ambas crecen bien con humedad.
Damos un repaso a las plántulas del invernadero, y nos encontramos con lo siguiente:
Las plantulas de tomate plantadas el mes anterior ya han comenzado a crecer y estarán listas para el próximo mes, si el tiempo lo permite. Tenemos señaladas las especies de tomates para luego saber cual es cada una y las mejores. Unas plántulas de berenjena y pimientos están rezagadas debido a la falta de sol que últimamente hemos padecido. Las otras berenjenas fueron apartadas para dejar sitio.



Ya que por fin ha llegado la primavera, las lluvias se han ido, el sol brilla y los arboles empiezan a florecer, es tiempo para preparar la hilada de las patatas. Para ello me he ayudado de una cuerda atada a unos tubos o piedras, y dejando la separación  de 60cm. que es la distancia entre las dos hiladas que he decidido plantar. No se puede dejar menos espacio ya que al recalzar las patatas la tierra sobre los tallos ocupará unos 20cm. a cada lado de la planta, y es donde crecerán nuestra cosecha de patatas. La distancia entre patata y patata será de unos 40cm. a lo largo de la cuerda, en un cultivo de patata principal. Las distancias varían según el tipo de patata, pero por lo general son estas las distancias. Recordemos que esta zona ya estuvo abonada con un poco de estiércol y ceniza en los meses anteriores. Podemos incluir madera  y  hojas secas trituradas que darán a la tierra un poco más de ligereza y cuerpo. Todo ello antes de mover la tierra un poco más. Ya solo hay que esperar a que la luna esté en fase menguante unos pocos días. En verdad hasta el 26 no empieza a menguar por lo tanto he decidido plantar un poco antes, en luna creciente, pero en el signo de virgo, que favorece los bulbos y partes subterráneas de las plantas.
 En zonas de clima templado se plantarán antes.
La plantación de pepinos se lleva a cabo durante estos días en luna creciente, y es el mismo proceso que con las berenjenas, los pimientos y tomates como vimos anteriormente.
Son dos tipos diferentes como se observa en la foto. Hemos incluido unas judías decorativas que adornarán el huerto.




La primavera nos ofrece unas plantas de manzanilla que servirán para protejer a las nuestras. Además de atraer los insectos beneficiosos para las plantas, nos dan la posibilidad de recoger sus flores. Son beneficiosas para la salud y con sus flores fabricaremos jabón.
  

Empezaron a crecer los rabanitos, que más adelante aclararemos; es decir: arrancar una de las plantitas que esté junto a otra, para que la que se queda crezca más.


La hierba o césped cortado con la segadora, nos servirá más adelante para acolchado o proteger las patatas del sol.


El trébol como él de la foto, nos indica las zonas donde la tierra contiene nitrógeno. Un truco es sembrar este trébol donde la tierra es pobre. A la vez en las zonas muy húmedas o sobre el agua directamente crecen los berros muy ricos en calcio y vitamina C. 
 Alrededor de los guisantes que empiezan a crecer repartimos huevos triturados, son para evitar que caracoles o babosas los devoren. Cuando se acerquen al guisante, al pasar sobre los huevos triturados, se clavan estos y no pueden avanzar. Es una medida de protección. Se puede cambiar por ceniza, pero esta con la lluvia desaparece enseguida.
Las ortigas aparecen de forma espontánea en zonas húmedas, donde la tierra tiene mucho nitrógeno. Estas las utilizaremos luego para hacer purín de ortiga.
Tendremos los ojos bien abiertos a lo que nos rodea. Puede que en la base de unas arizónicas o aligustre tengamos una fábrica de humus, hay que aprovechar este recurso natural.














Las berenjenas sembradas en el mes de enero que retiré del invernadero para dejar sitio. Las he colocado unos pequeños tutores para crecer lo más recto posible. Es posible irlas sacando a la calle sin que las dé el sol de lleno o estando a la sombra para evitar quemarlas. Si tienen escasez de agua la planta nos lo indicará (como se ve en la foto de la derecha), así como cuando pasan frío.

Los tomates que crecen en el invernadero a la espera de ser trasplantados en mayo.
Aquí tenemos una muestra de como los ajos han crecido últimamente, el sentido de sembrarlos sobre una pequeña loma es que el agua discurra hacia abajo y se evacúe antes. Estos no necesitan regarse a no ser en caso de sequía extrema. Al lado ya asomaron las cebollas.



 
      
                               
Vemos en la siguiente foto como los pepinos y las judías decorativas empezaron a crecer, ha pasado justo una semana desde su plantación y así están hoy.


Los guisantes ya han comenzado a crecer, unos más que otros, a los que habrá que recalzar o hacer un pequeño aporcado, cuando adquieren una altura de unos 10 cm. Esto es, acumular un pequeño montículo de tierra  alrededor del tallo en su base, no dejando que las malas hierbas crezcan cerca. Hoy 21 se pueden poner espulverizando unos garbanzos, en un recipiente, para sembrar en unos días.

 Estas son las pequeñas plántulas de remolacha que comienzan a crecer, estas como las demás plantas se reactivan cuando el sol calienta la tierra. Más adelante haremos un aclareo (dejar solamente una plántula  arrancando las demás), para que la remolacha tenga espacio para crecer.


La planta de fresitas ya sembrada hace tiempo, en tiesto, empieza a florecer. Nos proveerá  en verano de un sinfín de fresitas del tamaño de una uña pero de un sabor delicioso. Tenemos que abonar periódicamente ya que su espacio es muy limitado dentro del tiesto, y vigilar la falta de agua.

Aquí tenemos unas fresas creciendo rápidamente, que después de tanta agua, unos rayos de sol lo agradecen. Durante la primavera y el verano estaremos atentos a la falta de agua, a la que son muy sensibles. Por lo tanto les encanta el agua y no soportan su escasez. Si nos fijamos, en la base de la planta crecen unas hojas en forma de estrella. Estas estrellas pronto serán flores, y luego el fruto, por lo que no debemos arrancarlas. Sí arrancaremos y limpiaremos las hojas ya secas en su base y las malas hierbas cercanas. Resisten las heladas primaverales como vemos en la foto.


Un trabajo, aparte del que hago en el huerto, es el cuidado de un par de frutales. En concreto un manzano y un ciruelo. En algunos de los pequeños huertos diseminados por el mundo también suele haber algún que otro frutal.
El manzano necesita una pequeña limpieza, antes de que sus ramas se llenen de hojas y sea difícil maniobrar entre ellas. Las llagas producidas por anteriores podas deben ser limpiadas ya que allí se pueden alojar, entre los diminutos huecos y la madera muerta: hongos, bacterias, líquenes o larvas de diminutos insectos. Para eliminar estos inconvenientes utilizamos los utensilios de la foto, no olvidando eliminar las ramas secas.







       






La limpieza del tronco se hace en las zonas de los pequeños tocones que se dejaron cuando se podaron las ramas, con la escofina dejaremos estos tocones a la altura de la rama guía. Después pasamos el cepillo de púas. La superficie debe ser lo más lisa posible. Cuando el diámetro del corte supere los 3 cm de diámetro he utilizado una masilla cicatrizante y para las zonas difíciles de corregir también. De lo contrario se instalan los hongos que son difíciles de quitar después. Así el árbol no tendrá salud, padecerá enfermedades y los frutos serán escasos y de poca calidad. Podar sobre todo, cuando dos ramas se cruzan y se tocan, una de ellas. Dejamos también el centro del árbol ligero de ramas para que pueda penetrar el sol.













En el caso de no realizar nuestra limpieza de los frutales, el árbol consigue estar al cabo de los años lleno de líquenes, que chupan nutrientes del tronco y ramas, lo que va en detrimento de su crecimiento.

                                                                 
Finalmente y después del cepillado nuestro tronco debe estar lo más liso posible y sin coqueras donde pueden esconderse bacterias, hongos y demás.

Continuamos con las labores del huerto, y como tenía previsto y está dicho más arriba, el 22 he sembrado las patatas que ya esperaban a ser trasplantadas, en un lugar fresco con una luz ténue.
Como se ve en la foto he realizado pequeños hoyos de unos 15 cm de profundidad, estos los he abonado con una mezcla de ceniza, huesos calcinados y un poco de compost. Los he separado a una distancia de 40 cm sobre la hilada marcada con la cuerda. Después de introducir las patatas con sus tallos hacia arriba, se tapan con la tierra circundante. Así a lo largo de toda la hilada. Si la tierra está seca hay que regar un poco.
Y ya solo hay que esperar a que asomen las primeras hojas.


El montón de compost, que vimos en la entrada de enero, hecho con los desperdicios de los alimentos de la cocina, poco a poco se ha ido descomponiendo, y este es el aspecto actual. Para ello no debemos olvidar añadir un poco de tierra y voltear de vez en cuando.


Los garbanzos puestos hace unos días en un recipiente y espulverizados en el invernadero, empiezan a mostrar los brotes que después serán sus raíces. Es algo arriesgado cultivar garbanzos en zona de montaña como esta, ya que son de clima cálido y seco. Pero haremos una prueba a ver qué pasa.
Son de la familia de guisantes, y se pueden sembrar este mes. No garantizamos un buen resultado.


Una planta enemiga que comienza a hacer acto de presencia es la corrigüela, la pesadilla de los hortelanos. Es difícil de erradicar, aparece por cualquier sitio y sus raíces vienen desde muy abajo de la tierra. Es necesario eliminarla, se enrosca a nuestras plantas e impide su crecimiento. Florece en verano, pero es necesario arrancarla de raíz, antes de que esto suceda.


Uno de mis trucos por si los guisantes, zanahorias o remolachas plantadas ya anteriormente sobre el terreno de forma directa, no empiezan a crecer y con la sospecha de que algo ha salido mal es espulverizar con agua sobre la zona donde enterramos las semillas. Así ayudamos a la semilla a germinar. Para esta tarea se utiliza un simple espulverizador, más o menos adaptado a nuestro huerto.


 Aún la primavera nos puede dar alguna sorpresa desagradable, a finales de Abril o en Mayo, como la que vemos. Esto nos ralentiza los trabajos previstos. ¿Es este el cambio climático?. Tapé siendo previsible, los guisantes y fresas con algunas cajas de fruta o poliespán.


Algunas veces se pueden comprar las plántulas en los puestos de fruta ambulantes, que están en los mercadillos de ciudades o pueblos. Es una buena solución si nos ha quedado algún hueco libre por sembrar.
Antes de sembrar en el terreno los mantengo en casa un día, cubriendo con sustrato sus raicillas. Esperando a que mejore el tiempo.


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