6 de junio de 2013

MAYO EN EL HUERTO

Comenzamos un nuevo mes, y el ánimo sigue alto. Este es un mes definitivo y de mucho trabajo, aunque gran parte de este trabajo esté hecho.
En este mes podemos plantar: REMOLACHA, ZANAHORIA, JUDIAS, CALABAZA, CALABACÍN ,PEPINOS, GARBANZOS Y RÁBANOS.
Recordemos cómo era el compost en el mes de enero o febrero y cómo es ahora. Se ha transformado en un humus orgánico lleno de nutrientes, que volverán a alimentar nuestras plantas para darnos nuevos alimentos.
Ahora este compost está ligero, desprende un buen olor, y sus lombrices y hongos siguen haciendo su trabajo para beneficio nuestro.









Recordamos las coles compradas en el mercado, ahora que se ponen a la venta con la llegada del buen tiempo. Días antes determinábamos que la luna hoy, día 4, está en buena situación según nuestro calendario lunar. El segundo paso ha sido aportar a nuestra hilada, donde voy a sembrar nuestras plantas, dos cubos pequeños de estiércol maduro, junto a un par de puñados de ceniza. Este paso es mejor hacerlo meses antes. En tercer lugar, remuevo un poco más y planto las plantitas. La plantación la hago con un plantador dejando una distancia de 60 a 70 cm entre cada planta. Las coles se suelen plantar con cepellón, y una vez enterradas sus raíces se aplasta la tierra de alrededor. Si es necesario se riega un poco. La tierra necesita estar fértil, fresca y húmeda.


 Esperemos a trasplantar las berenjenas y los tomates a partir del día 15, cuando se supone que no helará más por las noches. O podemos fijarnos  cuando florezcan los lilos, es cuando podrá haber alguna helada, pero ya no tan fuerte. Aunque con el cambio climático no se sabe.

Para evitar que las mariposas, que proliferan con el buen tiempo, dejen sus larvas sobre las hojas de nuestras coles, he puesto una malla de alambre como protección. Estas larvas poco después se hacen gusanos que devoran la plántula.


Ya estamos a día 6, y vemos unos pequeños avances en nuestro huerto. Aquí muestro algunos ejemplos que nos dan esperanza, y que nuestro trabajo está sirviendo para algo.
A los guisantes les voy añadiendo diferentes ramas secas (las ramas verdes o con brotes pueden arraigar en el terreno), a la vez que tiran hacia arriba, por donde puedan  trepar, y las patatas quieren salir a la superficie empujando la tierra.
Las zanahorias van apareciendo así como la remolacha, a ambas aplicaremos un aclareo. Es decir, arrancar una de las plantitas que nace cerca de otra, para dejar mayor espacio entre ellas.Ya que el espacio que ocuparán posteriormente será mayor.


























Avanzamos un poco más y vemos como la temida grama se agarra a la tierra con sus rizomas, es importante eliminarla de inmediato quemando sus raíces para que no vuelva a arraigar. Si la dejamos proliferar nos arruinará todo el trabajo realizado.


Además he podido preparar la tabla de cultivo para tomates. El proceso es sencillo, como el realizado en la siembra de las patatas. He puesto una cuerda atada a unos pequeños tubos, dejando un espacio de 60 cm  entre lineas paralelas debido al reducido espacio, lo suyo es dejar 80 cm. A lo largo de estas lineas situaré los tomates, en una semana más o menos si el tiempo lo permite.


Al parecer algunas de las plantas se han puesto de acuerdo para empezar a crecer, así vemos como las patatas buscan la superficie, la remolacha y zanahorias ya asoman, al igual como alguna acelga que vemos en la foto. No hay que confundirla con la remolacha, a la que se parece mucho en su estado inicial.


La plantación de unos garbanzos la he realizado hoy día 7 como ya comenté anteriormente. No son muchos y  los he puesto a modo de ensayo, ya que este no es su clima ideal para crecer.
 Ya los tenía varios días en un recipiente con algo de humedad, por lo que ya les salieron  sus raíces.
Primero dispuse unos hoyos en linea, distanciados entre 25 o 30 cm. He aportado a cada hoyo unos huesos calcinados y un puñado de ceniza, como vemos en la foto. La distancia entre las dos líneas es de 40 o 50cm.
Después de remover cada hoyo con el plantador,  se entierran las raíces de cada garbanzo hasta el cuello de la plantita que empieza a formarse. En cada hoyo dispuse de un garbanzo, pero si se quiere se puede poner alguno más. 
El garbanzo es de la familia del guisante, de las leguminosas. Por lo tanto el aporcado es necesario cuando la   planta crece, y aporta nitrógeno al terreno, como su pariente. La diferencia es en el tipo de tierra, uno crece en terreno húmedo y otro en terreno seco.


Es tiempo de preparar el terreno si no se preparó antes, para calabazas y calabacines. Estas dos plantas se  pueden trasplantar o plantar directamente durante este mes; necesitan una buena exposición al sol, una buena tierra y bastante humedad. No hay que olvidar seguir sacando pepinos, pimientos, tomates y berenjenas a la calle para acostumbrarlos al sol. Cuidado con que se les quemen sus hojas por exceso de sol






No olvidar escardar las cebollas, o sea, eliminar las malas hierbas que crecen a su alrededor. Aligerar a la vez la tierra dejándola suelta para que las cebollas puedan engordar. Utilizamos una herramienta puntiaguda con cuidado de no dañar el bulbo. Nuestros bulbos dejarán de crecer el 20 o 21 de julio, según sea el año bisiesto o no. Así, nos ponemos manos a la obra.
                                                   






Las patatas han crecido y necesitan una escarda para oxigenar sus raíces y un aporcado a la vez que las plantas van creciendo. Esto consiste en ir acumulando la tierra circundante al rededor del cuello de la planta, hasta conseguir un montículo, donde crecen nuestras patatas.








El clima se ha vuelto en nuestra contra y cuando tenía que empezar a lucir el sol, son las nubes las que se han apoderado del cielo y el frío ha hecho acto de presencia. Las previsiones son que el frío continuará, por lo que tenemos que posponer el trasplante de tomates y berenjenas. Actuando en consecuencia, no hay otro remedio que refugiar las plántulas dentro de casa. Siempre hay que inventarse soluciones a los problemas que surjan. Es como una batalla continua.


A día 15, aún la nieve cae y el frío persiste, por lo que hemos tenido que posponer el trasplante de tomates , berenjenas, calabacines y pimientos. En zonas menos frías ya se podrá realizar el trasplante si no se hizo antes. Las patatas, guisantes, lechugas, espinacas, zanahorias, remolacha, coles, garbanzos y fresas aguantan las ligeras heladas.







Hemos pasado más de la mitad de este mes y aún el tiempo no acompaña. Lo poco que se ha podido hacer ha sido quitar algunas malas hierbas aporcar las patatas, como vemos en la foto y con la ayuda de un azadón. La línea de la izquierda se ha aporcado, mientras la linea de la derecha espera algo más.







El aspecto del compost ya maduro va siendo el deseado. Aquellos desperdicios orgánicos recogidos en la cocina, meses antes, se han trasformado en un enriquecedor aporte de nutrientes para nuestras plántulas, con la ayuda de algo de tierra. He recogido un cubo del preciado elemento que luego reparto en el trasplante.




La grama nos dará mucha guerra y trabajo por todos los rincones, este es su aspecto en su estado inicial. Es primordial arrancarla de raíz, ya que viene de muy abajo.
 No olvidamos vigilar las fresas, que con el agua caída muestran buen aspecto. Eliminaremos los nuevos brotes de la planta y los bigotes que crecen desde la planta hacia fuera, desde su inicio. Estos brotes alargados darán lugar, más adelante, a una nueva planta que arraiga en la tierra y chupa nutrientes de la planta madre. Lo cual no es de nuestro interés en estos momentos.



Antes de empezar a trasplantar nuestras plantas, quiero preparar un clásico purín de ortiga. Es en realidad un abono líquido que utilizo para fortalecer a las plantas más débiles que se quedan sin crecer algún tiempo. Este purín las reactiva y su crecimiento empieza a ser más rápido. Para ello recojo en el campo una carretilla de ortigas que mezclo con 10 l de agua. Está explicado en la entrada de abono natural y huerto. Como se ve hay que ir bien protegido. En el camino recojo un cubo de estiércol para los calabacines y pepinos.
TODO ESTÁ AHÍ, LA NATURALEZA  LO PONE A NUESTRO ALCANCE.


Por fin llegó el día del trasplante, la espera ha sido larga por el frío inesperado y la nieve que vino, pero ahora parece que ya sí. Hoy no realicé el trasplante debido a la luna llena, es preferible evitarla si se puede. Mañana día 26 ya sí.
Los ajos empiezan a secarse y tienen buen tamaño. Aunque no he tratado el tema de los ajos de momento, es un anticipo de los logros fáciles de conseguir y que contamos a partir de Noviembre.



Una planta de manzanilla ya crecida y apreciada ya que atrae los insectos beneficiosos al huerto. Pero cuidado, esta planta es invasiva y puede proliferar por nuestro huerto sin control, por lo cual dejamos unas plantitas repartidas por nuestro huerto, pero nada más. Si nuestro huerto está cerca de un prado natural, donde el equilibrio de diferentes especies existe, será un punto a nuestro favor. Este equilibrio se extiende a nuestro huerto.














Ayer, día 26 por fin plantamos, no todo lo que queríamos pero por lo menos nos hemos quitado de encima los tomates.
Los útiles necesarios son los de la foto, recordamos el cubo blanco donde está el compost ya maduro. Recordamos también que sobre las cuerdas y en el terreno repartimos anteriormente la ceniza. !Ah! y  nuestros tomates ya crecidos.


Antes de plantar nuestro tomate y debajo de la cuerda, hemos removido un poco la tierra con la ceniza y  dos puñados de compost. A continuación sacamos el tomate del recipiente donde ha crecido, de la manera que se ve en la foto; boca abajo y dándole unos golpecitos, o aplastando nuestro recipiente por varios lados. Sí no sale regaremos con un poco de agua. Los plantamos a una distancia sobre la cuerda de 60 cm.


El azadón nos ha servido para abrir el hueco en el terreno, donde introducimos las raíces de nuestro tomate, junto con el cepellón (raíces y tierra dentro del recipiente). Después el cepellón se entierra con la tierra, que apartamos con el azadón. Así varias veces a lo largo de la cuerda, hasta que se acabe esta. Si nos fijamos en la foto al principio vemos los tomates mustios o medio muertos, es por el cambio de lugar. Si todo ha ido bien, posteriormente se recuperan. A veces no aguantan el trasplante y la planta muere.


Después de una fuerte granizada, y pasada una noche, parece que nuestros tomates han aguantado "el chaparrón", y han recuperado su vitalidad mermada en el trasplante que aguantaron los 33 tomates. Les he puesto unos tutores momentáneos hasta que pasen unos días. El granizo a roto unas ramitas, pero en unos días estarán recuperados. De todas formas hay que lamentar alguna baja.
Si no tenemos una cuerda para las distancias, podremos utilizar una barra metálica u otro elemento rectilíneo que nos ayude en mantener una línea.



 











Una indeseada visita es la que he recibido, la presencia de un topo que hace de las suyas. No suele ser un problema grave pero es una visita incómoda. Al parecer las legumbres los ahuyentan   por lo que sembraremos unas judías en cuanto el tiempo amaine. Puede levantar las raíces de nuestras plántulas, quedando estas desprovistas de tierra y así la plantita muere.


Por el contrario, hay animalillos aliados  de nuestro huerto que limpian el huerto de diferentes insectos, y viven en zonas donde el agua es muy limpia. Por lo que a estos sapos o ranas hay que proteger.


Las judías son fáciles de plantar; pondremos unas judías de mata baja. Compradas ya las plántulas nos disponemos a plantar, poniendo unos huesos calcinados en el fondo del hoyo. Repetimos la acción por varios sitios, para cortar el paso a nuestro amigo, a ser posible y echarle del huerto.


                                                                                                                      
 Terminamos de preparar la hilada de berenjenas con algo de ceniza, antes del trasplante. Recordemos que ya en octubre repartimos el estiércol ya maduro.
Hoy día 27 hemos puesto unas calabazas, que han estado un día en remojo. Así han iniciado su proceso de germinación. Otras calabazas empezaron ya a crecer.








Vemos como poco a poco las zanahorias crecen en armonía, al lado de cebollas y ajos. La cebolla y la zanahoria son fieles entre sí al defenderse, la una a la otra, de la mosca que ataca a cada una. Debemos de estar alerta si observamos algún insecto posarse sobre las hojas de la cebolla, puede ser la mosca de la cebolla,   que esté dejando sus larvas. Estas estropean el bulbo. Conviene espulverizar algo de ceniza.


Para plantar unas plántulas de calabacín, necesitamos un lugar soleado y húmedo, donde movemos la tierra con la yala, un cuadro de 30*30 cm. más o menos. Incorporando antes algo de estiércol. A continuación formamos un pequeño montículo con la tierra movida. En en la cima del montículo abrimos un hueco con el trasplantador, y echamos un puñado de huesos calcinados. En el hueco introducimos el cepellón de nuestra plantita. Rellenamos el hueco con la tierra sobrante y la plántula queda bien sujeta por sus raíces. Apretar un poco con las manos el montículo para asegurar el cepellón.




La distancia entre dos plantas ha de ser de al menos de 1 m. No olvidar  tapar las plántulas por la noche o repartir huevos triturados alrededor de la planta, como precaución contra caracoles, al menos hasta que la planta crezca.
Ya podemos recoger y saborear unos frescos rabanitos. Quedaron de tamaño pequeño por las temperaturas bajas. Aún se pueden plantar y no necesitan muchos cuidados, tampoco diferentes abonos.
 Preparamos una hilada de berenjenas. Para lo cual ya tenemos unas 12 unidades, en nuestros recipientes-semilleros, preparados en los meses anteriores. La berenjena tiene un crecimiento lento y es algo delicada, más a estas latitudes. Es más común en zonas del sur, pero nosotros la cultivamos por su buen sabor. Necesita mucho sol y le gusta el agua, pero sin estar encharcada.
La forma de plantar es igual que con los tomates. Cada 60 cm preparamos un hoyo después de remover la tierra, mezclada con dos puñados compost bien maduro. Si tuviéramos más de una hilada, estarían separadas por 80 o 90 cm.
Sacamos una a una nuestras plantitas del recipiente, y junto al cepellón, las introducimos en el agujero de la tierra.



A continuación hemos sembrado unos pimientos. El proceso es idéntico al seguido por las berenjenas y tomates. Pero en este caso cambiamos el compost por estiércol maduro, ya que las plántulas necesitan crecer más rápido, al estar pequeñas. En el fondo del hoyo introducimos unos huesos calcinados, con la intención de que den más fruto, al ser pocas plantas. Recordemos que en esta hilada la ceniza ya estaba repartida un día antes.




Cerca he puesto un par de plántulas de pepinos, la distancia ha de ser mayor, entre 80 y 100 cm. De igual forma he repartido estiércol maduro antes del trasplante y los huesos calcinados para que salgan más frutos. El pepino es aconsejable plantarle de forma directa en el terreno, otros años no aguantó el trasplante.







Nos podemos encontrar, como en la foto, con una cebolla con un tallo floral, lo que nos indica que se va a entallar. De inmediato este tallo debe ser cortado en su inicio, de lo contrario la fuerza de la cebolla se irá a la flor que aparecerá.en este tallo. El bulbo no ensanchará.





Otro detalle a tener en cuenta y que también hay que eliminar para el correcto desarrollo de la planta, son los brotes laterales que crecen en las intersecciones del tallo con las hojas de las plantas, tanto en los tomates, berenjenas o pimientos. Se eliminarán cogiéndolos con el dedo pulgar y el índice, y tirando ligeramente hacia un lado. De lo contrario empieza a crecer otro tallo principal, hacia donde se irá parte de la savia.

         
















Despedimos el mes de mayo con más pena que gloria; hemos tenido frío, nieve, lluvia, granizo y poco sol. A la espera de junio y con la moral alta, mantenemos la esperanza en nuestros alimentos orgánicos y saludables.
El año 2014 está siendo mejor que el anterior, en cuanto al frío se refiere. Las lechugas plantadas en Septiembre u Octubre muestran buen aspecto y pronto podremos degustar. Ahora que llega el calor su situación ideal sería entre sol y sombra. Algo que tendremos en cuenta en el trasplante.


A mediados de mes seguimos con los trabajos de nuestro pequeño huerto y cuando el peligro de los fuertes hielos haya pasado.
La forma de plantar pepinos de forma directa, y más aconsejable, es creando un pequeño montículo de tierra, ya abonada y removida. Realizamos un pequeño cráter en su parte más elevada, el cual regamos y donde colocamos la semilla. A continuación tapamos con algo mas de tierra nuestra semilla o semillas y regamos un poco más, evitando que la tierra caiga hacia abajo. Al lado unas achicorias sembradas en Febrero o Marzo.
De la misma forma procedemos con las semillas de calabazas.
Las cidras o calabazas de "cabello de ángel" ya crecen, rodeadas de un abono del césped cortado que las servirá en su crecimiento.



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